jueves, 30 de abril de 2015

Los Athar Denoxius


Son los habitantes que habitan en el espacio en el que ningún otro mortal o inmortal que viva en los planetas puede ir o sobrevivr. Los más conocidos por todos los mundos son los ángeles los Athar Denoxius conocidos con varios nombres por todo el universo. Aunque los ángeles como una simple luna son una grano de arroz en comparacion de otros seres que son superiores a ellos. 

Se llegaron sus nombres a los oídos de hombres, hedron, elfos, enanos y moltoreóns atraves de las palabras de Tralvaldean el Oráculo del Espacio. Menciono a tal vez unos 27 nombres, pero destaco principalmente a 7; en realidad 8 contando a uno más que contó.

 - Vil Navir: El Gran Jinete Azul.
 - Vol Gangán: El Gran Jinete Amarillo.
 - Turnos: El Arcángel de la Mano de Oro.
 - Luxnotiel: El Profeta Negro del Omnis Oculus; en Incipiens.
 - Luxnuvur: El Sabio Blanco de las Salas de Cristal; en Incipiens.
 - Rupturmos: El Herrero que Fabrica Armas Luz; en Incipiens.
 - Enacia: La Arcángel que Mueve Estrellas y Construye           Constelaciones. 

Los oídos de los profetas en clamax hubieran querido escuchar más, pero Tralvaldean solo menciono a los que darían un papel primordial algún día en la que clamax seria el protagonista. Aunque menciono de puro relleno al legendario y supremo; que es superado únicamente por los dioses. Borganazi. Citándolo como una bestia: "Tiene el poder de más de 10.000 estrellas, nada lo toca, nada lo derrota, nadie lo supera, por palabra nuestras; los oráculos, ningún otro ser estará encima de él que no sean los mismísimos dioses. Ustedes lo conocerán por el nombre Borganazi". Al describir a Borganazi hasta el mismo Tralvaldean se guardaba entre sus capas por el poder que estaba hecho.

Los Athar Denoxius fueron creados cuando los dioses reposaron en Incipiens largos siglos, para que estuviesen descansando seguros, pero descuidando la seguridad de los planetas; entre ellos clamax que fue uno de los primeros en existir. Son cientos de razas entre los Athar Denoxius, y millones de ellos por raza; descartando al gran Borganazi que es único. 

viernes, 24 de abril de 2015

Los Templos de Incipiens

Tan alto que los cielos están a sus pies, Incipiens es la morada de los divinos, ángeles y espíritus. Las penúltima estructura del cosmos, atrás de las Estancias del Orden.
Ningún mortal, a no ser que sean los viejos espíritus en la tierra de clamax puede ir al Incipiens, ya que la personas en la tierra están destinadas a morir y fallecer; y en el Incipiens se hiso para los dioses eternos e inmortales.

Los Incipiens están vigilados por un único ser, que supera en poderes a los otros seres divinos por decreto de los oráculos. Borganazi. Puede adquirir infinitas formas, pero solo en el espacio, ya que si pusiera alguno de sus pies en tierra rocosa, el planeta explotaría por no aguantar el peso de tantas toneladas de poder. Se dice que Borganazi custodia los Incipiens desde la torre más alta, adquiriendo la forma de un pulpo, con los brazos tan largos y grandes y retorcidos, los planetas que rodean al Incipiens son sostenidos por sus brazos y custodiados. 

Los Incipiens tienen el Omnis Oculus, el ojo de todos, que puede ver y vigilar a todos los seres vivientes desde sus ojos; que también mira y lee sus pensamientos, ya que los que viven son los que cometen lo que desata el resto de las cosas. Euvoldeán le arrojo una lágrima suya al Oculus para que vea a corto plazo el futuro, y prevenir a los dioses. Los dioses dejaron al Oculus en un altar al centro de los Incipiens.

Ninguna fuerza podría, o a podido atravesar los Incipiens, ya que nadie a logrado tocar con una flecha sus muros por la presencia de Borganazi, y porque los dioses los harían cenizas. Se cree que las rebeliones de clamax no eran nada, en comparacion con los poderes rebeldes contra los dioses, los Incipiens y los oráculos. Aunque nadie a podido visitar la unica morada y los extraordinarias maravillas que guarda.

miércoles, 8 de abril de 2015

Los Espiritus Laixus

Son originalmente los espíritus de los Tres Guardianes, los cuerpos de estos quedaron dormidos, pero sus espíritus te preguntaras, fueron trasladados a Templo del Destino, siendo los espíritus más sabios de clamax; después de la Voces que aun existian pacíficamente. 

Cuando Endian, Deldian y Veldian terminaron la gran batalla contra los demonios sus cuerpos durmieron mientras que sus espíritus se desprendieron de sus armazones, aunque por tal fatiga y tal poco poder sus espíritus se rompieron. Endian el más poderoso se rompió en 7 trozos, Veldian el bondadoso en 3 y Deldian el oscuro en 5. 

Los Laixus nacieron, espíritus bastagoz de los guardianes, que unidos hacían al los Legendarios, aunque todos siempre fueron en un principio uno actúan unos contra los otros como diferentes.  

Los Laixus brindan poderes, los arrebatan, equilibran, son los responsables de coronar al nuevo Sabio de la Magia, al Guardián de la Luz y al Vigilante de las Sombras. Lo que más odian es a los demonios, por naturaleza, si un solo una de esas encarnaciones de la discordia pisa el Templo del Destino, los Laixus actúan como un destello y antes que este demonio se de cuenta ya sera polvo.

El momento para que los Laixus se unan de nuevo en el espiritu en el que eran antes, sera cuando los cielos y las nubes se vuelvan fuego, y la oscuridad retorne. Y una nueva otra batalla legendaria surgira.

domingo, 5 de abril de 2015

La Caída de Nubes Negras y la Espada de los Azules: Parte 2

Las nubes de tinta y oscuridad de Ciclos avanzaban por Vilgradis el continente de los valles y los bosques más espesos de todos. Los elfos que eran uno con todo lo que los rodeaba, no estaban listos para lo que venia. Ciclos atravesaba el norte, territorio de Tifón, suficiente era que los hubiera traicionado, pero paso el limite al cruzar su dominio del cielo. 

Los elfos despoblaron los Valles Azules donde era la llegada de Ciclos, y por sus nubes ya parecían que no eran azules. De nada servía pelear con flechas y espadas ante el viento y el relámpago.

Para Ciclos fue un reto en verdad, sus ciclones y tornados no hacían caer los poderosos robles de Vilgradis, y sus relámpagos no creaban incendios en los arboles. La influencia de los ent tenía efecto en los arboles, reflejaban todo gran parte del poder de Ciclos para que el bosque no se viera dañado, pero el poderoso titán no se daba cuenta de que eran ellos.

Tifón atravesaba el cielo con ira en ojos, estallo una batalla destructiva en el cielo, que el viento llegaba a estremecer por completo la tierra como un terremoto. Los vientos corrían perdidos en la confusión, los soplidos del este chocaban con los oeste, persiguiéndose mutuamente creando un sin fin de tornados en tierra y mar. A pesar de los esfuerzos de Tifón ciclos ganaba su fuerza de las sombras que le brindaba Crolvad y el ya perdía sus poderes de poco. 

Dilon el hedron que poseía la espada de los azules, se presento en el territorio fantasma de vilgradis, todos los elfos fueron al norte, y la única presencia eran la de las dos fuerzas que sacudían el cielo. Dilon no era un hedron que poseía un don mágico que le permitiera dar vuelo como a muchos hedron que volaban por ello, pero no lo necesitaba en este escenario ya que la fuerza del viento era tan fuerte que llegaba a levantarlo a la batalla. Empuñaba al relampago en sus manos, y con el, atravezo la lucha y peleo contra Ciclos, la hoja atravezaba al viento del titán oscuro. Ciclos estaba perdiendo la batalla, entonces Tifón aprovecho el momento, y con su más poderoso golpe lanzo un relampago de lo más furioso a la espada del heroe y esta estaba lista para estallar como una estrella. En ese momento Dilon arrojo la espada al vientre de Ciclos, y de un estallo de luz Ciclos cayo expulsado a las tierras lejanas.

Sus restos cayeron sobre las tierras maldecidas sin ley de Bremén y el gran mal en el viento ceso, pero un Ente del Viento no puede morir a menos que sea a mano de un divino, Ciclos murio en mano de Dilon; no de Tifón, asique retornaria con una venganza estalladora. Y la gran espada de los azules, perdio sus poderes al ser recogida entre las ruinas de ciudades elfo, y Dilon en ese entonces entrego la espada a unos guerreros del norte mientras el volvia a sus aventuras. Con la esperanza de que la espada no recuperara el poder, eso significaria el regreso del poderoso destructor.

miércoles, 1 de abril de 2015

La Caída de Nubes Negras y la Espada de los Azules: Parte 1

Con la Guerra de las Sombras en el punto de desenlace donde todo estaba a la mitad. Ciclos o las Nubes Negras como se le conoce al sur, se unió a la causa de Crolvad con la esperanza de poder vencer a sus hermanos y reclamar lo que él creía suyo. Los reinos coloniales de la raza de los hombres y los reinos elfos envían un gran poderío de fuerzas contra los Cañones de Toros; lugar donde estaban alojadas las bases de construcción de golems y maquinaria de guerra. 

Ciclos mirando desde los cielos atento a cada paso que daban los ejércitos envió sus vientos despiadados a que hicieran advertencia de su presencia, ya que no tenían nada contra los elfos, pero si contra los hombres. Ninguna de sus intrépidas jugadas fue suficiente para hacer retroceder a los ejercidos que avanzaban tan pesados como el hierro. De la nada Ciclos escuchaba ya la voz de Tifón, enfurecido de ira por lo que veía, cuando sintió eso; no podía volver atrás.

Ciclos se formo en el cielo en su apariencia Titán, un gran grupo de nubes y vientos relampagueantes que hacían un ciclón negro en el cielo, este fenómeno causaba temor de solo verlo desde la cima de una montaña, toda la furia del viento del sur solo contra espadas y arcos. Invocando todos sus poderes creo cientos de tornados repitentes y se llevo a los cielos a los ejércitos, donde dejaría que la gravedad hiciera su trabajo de matarlos. Con la fuerza de sus relámpagos destrozo e incendio a la artilleria pesada. Ciclos adoro el sufrimiento y el desgarro de estos seres, sus gritos de piedad alimentaban su deseo de destrucción. 

Solo algunos que sobrevivieron entre los cadáveres, vivieron para contar la historia, viendo que el cielo estaba igual de negro y oscuro, con la figura atemorizante del gigante oscuro marchándose con la victoria en manos. El lugar de los ejercitos de Crolvad se salvo para más días. 

Los derrotados regresaron con sus reyes, nada menos con la desgracia y el horror en sus ojos, de ver al viento atravesando como un cuchillo los cuerpos, los relámpagos incendiando a aliados y a la artilleria volviéndolos simples añicos del ayer. 

Con Ciclos del lado de Crolvad nada impedía que éste tirano se convirtiera en el ser más poderoso de todos y con la potencia de destruir ejercitos en segundos. 

Las divinos surgieron, como ayuda y apoyo para los reyes, y la orden del destino confundida y derrotada.
Los Ángeles Azules hijos de Tromba actuaron. Forjaron con un relámpago una hoja indestructible y filosa como de lo que estaba hecho; aunque manos mortales o inmortales no la podían tocar todavía, bajo la lluvia de la Gran Orquesta del Cielo fue endurecida hasta volverse hierro, uno único y extraño. 
Los ángeles entregaron esta espada a Dilon de Prenexun, un hedron audaz para que destruyera la sombra de Ciclos del cielo, y dejara de mancharlo con sus nubes de tinta.