El más noble entre los practicantes de la magia negra; los brujos. A pesar de ser el más grande entre los brujos, los portadores de un poder sin riendas que lo detengan, las fuerzas del Maestro de las Sombras en la orden fueron reducidos por bien de todos.
Germinoc el primer Vigilante de las Sombras, fue la voz de la razón, el mejor deductor de la mente enemiga, el estratega más grande. A pesar de que sus poderes le fueron bloqueados totalmente, siempre se le fue compensado, solo que no se daba cuenta de que su recompensa era todo lo que lo destacaba en la orden.
En cierto punto Germinoc investigo el uso de las creaturas nacidas con la intervencion oscura de los demonios, los orcos, trasgos, los estirgues, hasta de las que podia crear el hombre mismo los golems y las gargolas. De ese modo en futuras guerras no se haria necesario el uso de la mano de vidas inocenctes. Pero se adentro tanto a la investigacion que comenzo a ver a las creaturas que todos despreciaban como unos seres perdidos, y que deseaban volver al buen camino que le arrebataron los demonios.
Llego a apreciar los dotes de Merilan de una forma posesiva, cuando la orden comenzo a disolverce en la desconfianza y la furia. Germinoc cayo en el celo de sus poderes, se nego ha hablar con las personas y permanecio entre el templo de las sombras, con una deprecion, rencor y un celo.
En ese tiempo que permanecio en el templo las sombras comenzarón a tentarlo, diciendole lo que el quería. Todavía es un misterio si las sombras en verdad lo tentaron o fue obra de la deprecion de Germinoc que sufría al no tener contacto con la gente.
Las Sombras lo destruyeron por dentro, le cortaron las riendas que hacían que sus poderes quedaran aislados. Así es como Crolvad nacio, siendo la muerte de la buena persona que era Germinoc. Crolvad uso los dotes estrategicos y sus poderes contra las tierras, comenzando la Segunda Guerra más catastrofica de todas.
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